jueves, 20 de septiembre de 2007

Lesión

7 de septiembre de 2007


Ya es viernes y llevo una semana lesionado. Ya comenté hace unos días que tenía un dolor en la pierna izquierda que no dejaba de molestarme, pues el dolor ha ido a más y yo he tenido que parar, así que veremos a ver cuándo vuelvo a correr y cuánto he perdido en forma física. Últimamente estaba manteniendo un ritmo cómodo y un número aceptable de vueltas al lago; veremos a ver qué pasa a partir de ahora. No tengo muy claro qué es lo que me ha causado este dolor porque tampoco he forzado la marcha, pero qué se le va a hacer.


En cuanto al trabajo las cosas van bastante bien. Los resultados siguen la misma tendencia que los análisis anteriores por lo que parece que las cosas están bastante atadas. Ahora toca terminar de escribir el artículo y refinarlo. Según tengo entendido, ésta es la parte más dura del proceso. Hay que darle más vueltas al texto que al puré de patatas, cambiar una palabra, una frase, un párrafo y volver a retocar de nuevo. Este paso es el más tedioso, pero necesario si uno quiere escribir en una revista internacional. Por lo que me han comentado por aquí, publicar un artículo lleva una media de un año, es decir, que a mí todavía me queda un buen rato hasta verlo impreso en una revista, pero no hay prisa, todo se andará.



La mala noticia de hoy es que están mejorando la red y nos han cortado el acceso a Internet y, en consecuencia, nos han cortado el acceso a los documentos en red, es decir, a todos los documentos en mi caso. No obstante, tampoco es tan mala noticia ya que he aprovechado para pasar el día en la biblioteca. Recuerdo que cuando estudiaba la carrera me encantaba ir a la biblioteca y leer libros acerca de teorías pedagógicas, técnicas de investigación, lectoescritura y también sobre nuevas tecnologías y educación. Pasé la carrera leyendo y, en consecuencia, en muchas ocasiones, no necesitaba dedicar un minuto a los exámenes ya que entre lo que había escuchado en clase y lo que había leído ya sabía todo lo necesario. Además, fuera de los libros solía haber gente como María quien ponía en cuestión lo que uno pensaba y esa estimulación resultó siempre gratificante. A riesgo de parecer nostálgico, debo reconocer que aquella época fue para mí maravillosa y el hecho de acudir el día pasado a la biblioteca de la Universidad de Jyväskylä o, mejor dicho, Jyväskylä Yliopisto, me causó un efecto similar de bienestar. Pasaría de nuevo otros tantos años entre libros y entre gente que pone en cuestión lo que uno piensa, pero parece que la vida es otra cosa y uno no puede quedarse atrás con síndrome de Peter Pan, aunque, por otro lado, creo que ambas opciones pueden fundirse y creo que es eso lo que aquí he encontrado.


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